SANTIAGO (Chile) – La 25ª Conferencia Regional de las Américas de INTERPOL se centra en el refuerzo de la cooperación transnacional para afrontar las amenazas actuales y nuevas que plantea la delincuencia en la región.
El tráfico de drogas, la trata de personas, los delitos contra el medio ambiente y la ciberdelincuencia son algunos de los temas principales que se abordarán en la conferencia, que se celebrará del 21 al 23 de marzo y en la que los países intercambiarán reflexiones y conocimientos especializados con el fin de concebir una estrategia regional coherente.
En la apertura de la reunión, la Ministra del Interior y de Seguridad Pública de Chile, Carolina Tohá Morales, señaló que INTERPOL no era una organización política, pero sí requería de apoyo político. Y añadió que su presencia en la reunión tenía por objeto comunicar a los asistentes que, para el Presidente de su país, esta organización podía contar con el apoyo de las autoridades chilenas, un apoyo de primera línea, porque entendían que era fundamental para combatir la delincuencia.
Las operaciones coordinadas por INTERPOL llevadas a cabo en toda la región, como la operación Turquesa IV contra la trata de personas y el tráfico de migrantes en América Latina y el Caribe, han obtenido resultados importantes, además de poner de relieve el carácter mundial de la delincuencia organizada.
Sergio Muñoz Yáñez, Director General de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), afirmó que el concepto de “globalización de la delincuencia” era una realidad que afectaba hoy en día a todos los rincones del continente americano. Y que una comunidad policial unida y colaborativa era la mejor estrategia para afrontar la delincuencia organizada transnacional.
Y añadió que los valores y principios que inspiraron la creación de INTERPOL hace un siglo permanecían más vivos y vigentes que nunca.
Tendencias delictivas en las Américas
Según el Informe de INTERPOL de 2022 sobre las tendencias de la delincuencia a escala mundial, entre las principales amenazas delictivas que se ciernen sobre la región figuran el tráfico de armas de fuego, el abuso sexual de menores en Internet o los ataques de ransomware.
“La conferencia de esta semana reúne a miembros de INTERPOL procedentes de todos los rincones de una región estratégica cuya población se cifra en más de mil millones de personas”, afirmó el Presidente INTERPOL, Ahmed Naser al-Raisi.
“Los debates que mantendremos en los próximos días representan una oportunidad de comprender cómo podemos proteger mejor a esas personas y de profundizar en los delitos que ponen en jaque la seguridad de toda la región”.
Fomentar un uso aún mayor de las 19 bases de datos mundiales de INTERPOL es también una cuestión clave. Dichas bases de datos contienen unos 127 millones de registros y en lo que va de año ya se han realizado en ellas más de 1 300 millones de comprobaciones, que han generado unas 283 000 coincidencias, cada una de las cuales puede suponer un avance en una investigación.
“No hay dos panoramas delictivos iguales en todo el mundo. Pero, ya sea en la región de las Américas o en el resto del mundo, algunas dinámicas no tienen fronteras. Estas son las amenazas a las que nos enfrentamos”, declaró el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock. “Garantizar un intercambio rápido, eficaz y seguro de información policial de utilidad práctica es un aspecto clave del cometido de INTERPOL y la razón por la que estamos aquí reunidos hoy”.
Un siglo apoyando a las fuerzas del orden de la región de las Américas
La región de las Américas ha desempeñado un papel fundamental en los 100 años de historia de INTERPOL, desde su fundación en 1923. De hecho, Estados Unidos fue uno de los 20 países representados en el congreso policial celebrado en Viena (Austria) en el que se creó la Comisión Internacional de Policía Criminal, como se denominó INTERPOL en un principio.
En 1965 la organización celebró su primera Conferencia Regional de las Américas en Río de Janeiro (Brasil), y en mayo de 1990 se firmó un acuerdo con Argentina para la creación de una oficina regional de INTERPOL para América del Sur, la primera de este tipo.
Esta acabó convirtiéndose en la Oficina Regional de Buenos Aires, que actualmente presta servicio a 12 países, y en septiembre de 2003 se abrió en San Salvador la Oficina Regional de INTERPOL para América Central.
La Oficina Regional de Buenos Aires también acoge en su seno uno de los tres Centros de Mando y Coordinación de la organización, que son el primer punto de contacto de cualquier país que necesite asistencia urgente de la Secretaría General o de otro país.
Países participantes
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