Puerto Iguazú – INTERPOL ha coordinado una operación para la que se movilizaron más de 600 policías de Argentina, Brasil y Paraguay en la zona de la triple frontera.
La operación Triple Border, que tuvo lugar entre los días 18 y 22 de noviembre, culminó con la detención de 24 personas, entre ellas una buscada a escala internacional, objeto de una notificación roja por delitos contra menores.
Durante la operación se aprehendieron estupefacientes, vehículos, armas de fuego y otros productos ilícitos, lo que ha contribuido a afianzar la presencia de INTERPOL en la zona.
“La zona de la triple frontera y los problemas que en ella se presentan se encuentran en el núcleo central de la misión de INTERPOL. Los delincuentes aprovechan que las economías de Argentina, Brasil y Paraguay están interconectadas, por lo que la única forma de conseguir un cambio radical en la lucha contra la delincuencia organizada en la región es promoviendo una mayor coordinación entre las fuerzas policiales de los tres países”, declaró José de Gracia, Subdirector de la Unidad de Redes Delictivas de INTERPOL.
Y añadió: “La operación Triple Border es un paso importante para el logro de esta coordinación y el desarrollo de las capacidades sobre el terreno”.
Estupefacientes, armas de fuego, vehículos robados y blanqueo de capitales
Las ciudades fronterizas de Puerto Iguazú (Argentina), Foz do Iguaçu (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay) reúnen un total de más de medio millón de habitantes, lo que a menudo ha planteado problemas de consideración para las fuerzas del orden locales e internacionales.
Debido a la disposición geográfica –los estados están separados por los ríos Paraná e Iguazú, lo que ofrece numerosos puntos de entrada– y a los sólidos vínculos económicos y sociales existentes en la región de la triple frontera, esta es un lugar propicio para la realización de una amplia variedad de actividades ilegales, principalmente la compra y venta de estupefacientes, armas de fuego, productos farmacéuticos falsificados y vehículos robados, así como el blanqueo de capitales.
En los estudios realizados se estima que las economías ilícitas de la región de la triple frontera generan decenas de miles de millones de dólares estadounidenses cada año.
La operación Triple Border permite ayudar a las fuerzas policiales de Argentina, Brasil y Paraguay a combatir la delincuencia organizada de la zona, gracias a la plena utilización de las capacidades policiales de INTERPOL. En particular, se han realizado consultas en las bases de datos mundiales de INTERPOL, como la base de datos sobre vehículos robados e iARMS, lo que permite establecer conexiones entre las actividades delictivas llevadas a cabo en los tres países.
Tras esta operación, realizada en noviembre, INTERPOL estableció una representación permanente en la región, con oficinas específicas en cada uno de los tres países.
La financiación externa se materializa en resultados operativos
La operación Triple Border ha estado auspiciada por dos proyectos: el proyecto Fortaleza de INTERPOL y el proyecto CRIMJUST, financiado por el programa de la Unión Europea “Ruta de la cocaína”.
La finalidad del proyecto CRIMJUST es reforzar la investigación policial y la cooperación en materia de justicia penal en la ruta de la cocaína, mientras que el proyecto Fortaleza se centra en las estructuras delictivas que nacen en Latinoamérica, pero actúan a escala internacional.
Así, los proyectos Fortaleza y CRIMJUST refuerzan la comunicación entre la Secretaría General de INTERPOL, los países miembros y los funcionarios sobre el terreno, lo que redunda en un intercambio más eficiente de información policial operativa de utilidad práctica.
En noviembre de 2019, INTERPOL y la Policía Federal de Argentina organizaron el sexto Grupo de Trabajo del Proyecto Fortaleza, en el que participaron representantes de la policía de 19 países, quienes intercambiaron información y buenas prácticas en materia de lucha contra la delincuencia organizada en Latinoamérica, y que culminó con la elaboración de recomendaciones para orientar las colaboraciones futuras.
El grupo de trabajo ha sido financiado por el proyecto AMEAP de INTERPOL (África, Próximo Oriente y Asia-Pacífico), de cinco años de duración, en el que se coordinan iniciativas contra el tráfico de drogas y que cuenta con financiación de los Emiratos Árabes Unidos y la Fundación INTERPOL por un Mundo más Seguro.
