La falta de control sobre los componentes de los cigarrillos permite financiar la delincuencia organizada, advierte el jefe de INTERPOL

5 de marzo de 2014

LYON (Francia) – El Secretario General de INTERPOL, Ronald Noble, advierte de que las organizaciones delictivas se están aprovechando de la falta de control sobre la cadena de suministro de los componentes de los cigarrillos para obtener beneficios ilícitos cifrados en miles de millones, mediante la producción de cantidades ingentes de cigarrillos ilegales.

Los productores de fibras de acetato, un componente esencial de los filtros para cigarrillos, exportan grandes cantidades de dicho producto a los fabricantes de cigarrillos. Es más, el volumen de las exportaciones es muy superior a los requisitos de producción y, en algunos casos, sensiblemente más alto que los niveles exigidos por las autoridades estatales para la producción legal.

En un solo país, las cifras correspondientes a un ejercicio arrojaron un excedente de casi 27 000 toneladas de fibras de acetato, cantidad suficiente para fabricar 214 000 millones de cigarrillos –valorados en varias decenas de millones de dólares en el mercado negro–.

“Las cifras hablan por sí mismas. La oferta de fibras de acetato producidas legalmente es excesiva, y este excedente se utiliza para el tráfico ilícito de tabaco, que permite a las organizaciones delictivas obtener unos beneficios millonarios”, declaró el Secretario General.

“En mi opinión, solo hay dos posibilidades: o bien los productores de fibras de acetato venden los excedentes de este producto a los fabricantes de cigarrillos ilegales, o bien se produce un desvío de dicho producto hacia puntos de distribución ilícitos”.

“Una solución es que los productores de fibras de acetato establezcan por sí mismos unos controles más estrictos de la cadena de suministro; otra es que los gobiernos impongan severas sanciones penales o civiles a los productores que, a sabiendas, vendan su artículo a fabricantes de cigarrillos ilegales, o que ignoren voluntariamente cuáles son los puntos de distribución finales”, afirmó Ronald Noble.

“Lamentablemente, tras entrevistarme en dos ocasiones con representantes de la Asociación Mundial de Fabricantes de Acetato, estoy convencido de que el sector no está interesado en tomar medidas reales para averiguar por qué sus productos acaban en manos de miembros de organizaciones delictivas, como tampoco en mantener una colaboración significativa con las fuerzas del orden para luchar contra este problema”, añadió Noble.

“A todos los gobiernos les conviene establecer marcos en materia de diligencia debida y programas para incitar a conocer a los clientes, como los que tienen que aplicar los bancos, así como exigir a los fabricantes de componentes esenciales la creación de sistemas de seguimiento y localización, para ayudar a combatir el tráfico ilícito de productos derivados del tabaco y evitar el desvío de sumas millonarias en detrimento del erario público”, declaró el jefe de INTERPOL.

“Diversos protocolos mundiales sobre los productos relacionados con el tabaco se encuentran en fase de aplicación, pero es necesario actuar inmediatamente si queremos evitar que el conjunto de la sociedad pague las consecuencias de la falta de control de los productores de fibra de acetato sobre los puntos finales de distribución de sus productos”.

“La regulación de las industrias, identificables y consolidadas, dedicadas a la fabricación de componentes, como la fibra de acetato, es un paso adelante hacia la consecución de nuestros objetivos”, concluyó el Secretario General.

Basándose en sus reconocidos esfuerzos para combatir los delitos contra la propiedad intelectual, INTERPOL lanzó en 2012 su Programa contra el Tráfico de Productos Ilícitos y la Falsificación, con el objetivo de ampliar el trabajo y los recursos que dedica al descubrimiento y la desarticulación de las redes de delincuencia organizada responsables de tales delitos, que ponen en grave peligro la salud y la seguridad de las personas.