La Presidenta de INTERPOL destaca en la Conferencia de Londres la importancia de la cooperación global para combatir la escalada de los delitos contra las especies silvestres

13 de febrero de 2014

Londres (Reino Unido) – En la Conferencia de Londres sobre Tráfico Ilícito de Fauna y Flora Silvestres, la Presidenta de INTERPOL, Mireille Ballestrazzi, hizo hincapié en la necesidad de llevar a cabo medidas colectivas frente al “aumento sin precedentes” de este fenómeno delictivo.

Este acto contó con la participación de Su Alteza Real el Príncipe de Gales y en él se puso de relieve hasta qué punto el tráfico ilícito de especies silvestres representa una industria delictiva en auge, que produce miles de millones de euros cada año. A este respecto, la Presidenta de INTERPOL declaró que solo una respuesta global y coordinada permitirá combatir estos delitos con eficacia.

“Dada la magnitud de este tráfico promovido por redes delictivas en expansión, los beneficios que genera y la levedad de las penas impuestas, será la mejora de la cooperación entre todas las partes interesadas lo que nos permitirá frenar el desarrollo sin precedentes de este tipo de delincuencia, que tiene repercusiones a escala mundial”, afirmó Mireille Ballestrazzi.

En este sentido, los representantes de Estados y organizaciones internacionales aprobaron una declaración final en la que se destaca la relación entre los delitos contra la fauna y la flora silvestres, la delincuencia organizada y la corrupción, y se hace un llamamiento para llevar a cabo una cooperación eficaz a escala mundial, respaldada por la activa participación de INTERPOL y otras entidades internacionales clave.

Mireille Ballestrazzi subrayó asimismo que la organización que preside, a través de su Programa sobre Delitos contra el Medio Ambiente, creado en 2009, y su unidad de Seguridad Medioambiental, instaurada en 2013, ha prestado asistencia a las fuerzas del orden para combatir los citados delitos facilitando las operaciones policiales transfronterizas, impartiendo formación y promoviendo la recopilación y el análisis de información policial.

Los datos reunidos a raíz de las operaciones contra el tráfico de especies de fauna y flora silvestres se almacenan, se analizan y se utilizan para orientar el futuro trabajo de las fuerzas del orden en el marco de programas especializados de INTERPOL, como el proyecto PREDATOR, dedicado a la conservación en estado salvaje de los tigres y de otros grandes felinos asiáticos, y el proyecto WISDOM, contra el tráfico ilícito de marfil y de cuernos de rinoceronte.

Habiendo reconocido que solo una respuesta global conjunta puede ser eficaz para combatir el tráfico de especies silvestres, INTERPOL ha forjado sólidas alianzas con organizaciones pertenecientes al Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre (ICCWC), además de con la Comisión Europea y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

En la conferencia, Mireille Ballestrazzi se reunió con altos cargos del ICCWC, entre ellos Kunio Mikuriya, Secretario General de la Organización Mundial de Aduanas; John Scanlon, Secretario General de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres); Aldo Lale-Demoz, Director de la División de Operaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD); y Magda Luve, Directora del Banco Mundial para la región de África.

En paralelo a este acto, David Higgins, Jefe de la Unidad de Seguridad Medioambiental de INTERPOL, declaró: “Esta congregación de líderes mundiales que hoy ha tenido lugar en torno al tema del tráfico ilícito de especies silvestres supondrá un gran paso adelante con miras a que las fuerzas del orden ofrezcan una mejor respuesta profesional a este peligro, a la vez que permitirá renovar el compromiso internacional de proteger la biodiversidad de nuestro planeta”.

La conferencia se celebra una semana después de que las autoridades francesas hayan destruido públicamente tres toneladas de marfil decomisado. Es la primera vez que se toma esta medida en Europa, que ha supuesto la pulverización al pie de la torre Eiffel, en París, de unos 7 000 colmillos de elefante y 15 000 adornos de marfil tallado, cuyos restos fueron llevados a continuación a una incineradora.