Operación contra la producción y el tráfico de metanfetamina en las Américas dirigida por INTERPOL

5 de febrero de 2013

LYON (Francia) – Más de 360 toneladas de sustancias químicas, 200 kilos de metanfetamina, cocaína y LSD, y dos millones de USD en efectivo decomisados y cuatro laboratorios clandestinos desmantelados es el resultado de una operación contra la producción y el contrabando de metanfetamina llevada a cabo en todo el continente americano y dirigida por INTERPOL.

Esta operación, denominada ICEBREAKER, en la que ha han participado 11 países de la región y que ha contado con la colaboración con la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), también ha servido para estrechar la cooperación entre distintos organismos tanto a escala nacional como regional.

Se ha detenido a unos 25 sospechosos en los países participantes --Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua y Panamá— y se han abierto 35 investigaciones.

Los objetivos esenciales de esta operación, coordinada desde la Oficina Regional de INTERPOL en San Salvador,  eran detectar y confiscar cargamentos de precursores químicos empleados para la producción ilícita de metanfetamina, desarticular los grupos delictivos organizados que controlan el tráfico y localizar y destruir laboratorios clandestinos.

“Los resultados de la operación ICEBREAKER son importantes, pero igual o más lo es el nivel de cooperación que hemos logrado entre los distintos organismos participantes, estableciendo así una base sólida para futuras operaciones,” declaró Bernd Rossbach, Director de Delincuencia Especializada de INTERPOL.

Y añadió, “Con ello se envía un mensaje claro a las redes delictivas que respaldan este comercio ilícito: nuestra colaboración con la Organización Mundial de Aduanas, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes y todos los organismos participantes se perpetuará con miras a identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia”.

“Las operaciones policiales selectivas y coordinadas con nuestros aliados, tales como INTERPOL y la JIFE, pueden dar los frutos que los Gobiernos y los ciudadanos esperan en relación con nuestro mandato, consistente en proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos de todo el mundo,” declaró el Director de Control y Facilitación de la OMA, Gaozhang Zhu, quien hizo hincapié en que la operación ICEBREAKER es solo otro buen ejemplo de cómo gracias a la cooperación se pueden obtener resultados óptimos.

Rossen Popov, Jefe de la Sección de Control de Precursores de la JIFE, apuntó también a la cooperación como factor fundamental del éxito de la operación ICEBREAKER y declaró: “INTERPOL es uno de nuestros colaboradores más importantes, especialmente en lo que concierne al intercambio de información policial y a las actividades operativas relacionadas con la identificación de nuevas tendencias y métodos en materia de tráfico de precursores y fabricación de drogas ilícitas, así como en lo referente a la investigación de los responsables de estas actividades.”

Apoyada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Internacional de Canadá (DFAIT), ICEBREAKER es la primera de una serie de operaciones en las Américas destinadas a mejorar la capacitación regional para combatir y desarticular de manera más eficaz las redes de delincuencia organizada que se dedican al tráfico ilícito.

"Esta operación demuestra claramente los notables resultados que se pueden alcanzar mediante la colaboración y la cooperación entre organismos de distintos países y jurisdicciones en la lucha contra la delincuencia organizada transnacional," declaró el Jefe de la Real Policía Montada del Canadá y Vocal por las Américas del Comité Ejecutivo, Bob Paulson. "Los vínculos entre los países miembros de INTERPOL se fortalecen cada vez más a medida que llevamos a cabo más operaciones como ICEBREAKER, basadas en información policial."

Se impartió una serie de sesiones de formación en Panamá, Jamaica y México, a fin de reunir a funcionarios de las distintas organizaciones participantes para garantizar un intercambio de información lo más amplio posible y establecer sólidas redes de comunicación antes del lanzamiento de la operación, que tuvo lugar de septiembre a diciembre de 2012.

Un elemento esencial de dicha formación es el entrenamiento de los participantes en el uso de las herramientas y servicios de INTERPOL, entre ellos el sistema mundial de comunicación policial protegida, que ofrece acceso directo en tiempo real a las bases de datos de la Organización, entre ellas las de prófugos buscados a escala internacional, documentos de viaje robados y perdidos, y vehículos robados.