LYON (France) – Una reunión internacional celebrada por INTERPOL, la mayor organización policial del mundo, ha dado como principal resultado la creación de un grupo de ámbito mundial especializado en el tráfico de personas, cuyo objetivo es reforzar la red estratégica y operativa de expertos en la materia.
Dicho grupo especializado en tráfico de personas y migración ilegal centrará sus actividades principalmente en las técnicas de investigación e intervenciones operativas para combatir un tipo de delito de creciente importancia, cometido por grupos organizados de delincuentes que se aprovechan de una legislación insuficiente, obtienen cuantiosos beneficios y corren un riesgo relativamente escaso de detección, persecución y detención, comparado con otras actividades delictivas transnacionales organizadas.
Actualmente no existe ninguna estructura de coordinación similar, y este resultado de la Conferencia Internacional sobre Tráfico de Personas de tres días de duración (del 26 al 28 de octubre), celebrada en la Secretaría General de INTERPOL, a la que asistieron cerca de 110 expertos procedentes de 44 países, establecerá una plataforma mundial con el fin de apoyar la labor llevada a cabo por cada uno de los 188 países miembros de INTERPOL.
“Mientras en todo el mundo se está realizando una labor importante a escala nacional para identificar y desarticular las redes de tráfico de personas, este nuevo grupo de trabajo proporcionará un punto de referencia central para que los organismos de aplicación de la ley a escala internacional puedan orientar, y así intensificar, sus esfuerzos contra este tipo de delito” declaró el Subdirector de la Unidad sobre Trata de Personas, Jonathan Eyers.
“Se calcula que hay 44 millones de personas desplazadas en todo el mundo, que constituyen un amplio y vulnerable objetivo para los grupos organizados de delincuentes sin escrúpulos que con frecuencia están involucrados en otras actividades ilícitas, como el tráfico de drogas y la corrupción” añadió el Sr. Eyers.
Durante la reunión, los expertos hicieron hincapié en las iniciativas fructuosas y las buenas prácticas, entre las que figuraba la operación PIPELINE, un proyecto centrado en el tráfico de personas entre Colombia y EE.UU. Los investigadores de los países participantes identificaron al grupo organizado transnacional implicado en la operación de tráfico, e investigaciones posteriores establecieron luego vínculos adicionales entre la banda y diversas actividades terroristas y de blanqueo de capitales.
Se desarticuló el grupo organizado; diez individuos fueron declarados culpables de diversos delitos y condenados a penas de cárcel de entre tres y seis años, con lo que la operación PIPELINE demostró el carácter polifacético del problema del tráfico de personas.
Otro de los puntos importantes del orden del día fue el uso de documentos de viajes fraudulentos en relación con el tráfico de personas, y la necesidad para lo países de asegurarse de que los agentes de control de fronteras tienen todas las herramientas necesarias, entre ellas el acceso a la base de datos de INTERPOL sobre documentos de viaje robados y perdidos, para identificar y prevenir la entrada ilegal de personas en su territorio.