Los juegos de Beijing se despiden con una nueva norma para la cooperación policial mundial con INTERPOL

17 de septiembre de 2008

BEIJING (China) – La clausura hoy de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos sin que se haya producido ningún incidente importante pone de relieve el éxito de las medidas de seguridad aplicadas durante los Juegos y, en particular de la colaboración entre China, INTERPOL y sus funcionarios de enlace en Beijing.  

Asimismo, queda patente que garantizar la seguridad de un acontecimiento de esta envergadura requiere no sólo una estrategia global de seguridad nacional, sino también un esfuerzo de colaboración internacional de la misma magnitud en el que la asistencia policial técnica y operativa a escala mundial prestada por INTERPOL debería convertirse en un protocolo normalizado.

Como parte de este esfuerzo internacional, INTERPOL elaboró para las autoridades chinas diversas evaluaciones de amenazas, basándose en datos de fuentes públicas relacionados con actos terroristas y otro tipo de delitos, e impartió cursos a la policía china sobre gestión de crisis y de grandes acontecimientos. Asimismo, envió a Beijing una de sus unidades de apoyo para grandes acontecimientos y durante el transcurso de las Olimpiadas mantuvo en alerta su Centro de Mando y Coordinación, radicado en Lyon (Francia), y operativo las 24 horas al día y los siete días de la semana.

La ayuda operativa de INTERPOL sobre el terreno saltó a la primera plana cuando la Organización, en colaboración con las autoridades chinas, ayudó a determinar que el asesinato de un ciudadano estadounidense en Beijing durante las Olimpiadas se trataba de un crimen aislado. En otro caso, INTERPOL también envió una alerta mundial a sus 186 Oficinas Centrales Nacionales para solicitar ayuda a fin de localizar a tres ciudadanos chilenos, presuntos miembros de una organización delictiva, que se dirigían a Beijing.

"China siempre consideró la seguridad como uno de los asuntos más importantes de la preparación de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos,” declaró Dongzheng Xue, Subdirector General de Cooperación Internacional, departamento del Ministerio chino de Seguridad Pública. “Se tomaron muchas medidas en materia de planificación y despliegue de efectivos, recopilación e intercambio de información, evaluación de riesgos, lucha contra el terrorismo, control de la seguridad y mejora de las capacidades; y la estrecha cooperación entre China e INTERPOL en todos estos ámbitos fue fundamental para reforzar la seguridad de los Juegos.”

Gracias a la Unidad de apoyo de INTERPOL para grandes acontecimientos, la policía china pudo consultar las bases de datos mundiales de INTERPOL, entre ellas la de documentos de viaje robados y perdidos, que contiene casi 16 millones de registros. Las búsquedas realizadas en esta base de datos en todo el mundo ya han alcanzado los 52 millones este año, más del doble que durante todo el año 2007; y durante el periodo de las Olimpiadas (del 8 al 23 de agosto de  2008) el número de búsquedas llevadas a cabo en China se incrementó cerca de un 400% con respecto al mismo periodo del año anterior.

China ya ha realizado en lo que llevamos de año 637.907 búsquedas en la base de datos nominales y 843.670 en la de documentos de viaje robados y perdidos; mientras que en todo el año 2007 efectuó 13.389 y 18.402 consultas respectivamente.

“En China se ha establecido la norma de cotejar todos los pasaportes de los viajeros con las bases de datos de INTERPOL, lo que constituye un notable logro de las autoridades de ese país,” declaró el Secretario General de INTERPOL, Ronald Noble. “La resolución de las autoridades chinas encargadas de la aplicación de la ley de facilitar el más eficaz y más rápido intercambio de información fue esencial para la seguridad de las Olimpiadas.”

El Sr. Noble hizo un llamamiento a otros países para que siguiesen el ejemplo de China y advirtió de que “desgraciadamente, esta norma no se aplica en suficientes países y por ello los ciudadanos de muchos Estados siguen corriendo un riesgo inaceptable e innecesario de convertirse en víctimas de la delincuencia internacional.”