Proyecto Crimp

Detección y reducción de riesgos químicos.

Problemática

Son muchas las sustancias y los precursores químicos que pueden utilizarse para fabricar armas. INTERPOL se toma muy en serio la necesidad de coordinar la labor mundial para detectar y disminuir el riesgo. El proyecto Crimp pone a la disposición de los organismos de distintos sectores una plataforma a través de la que pueden intercambiar conocimientos y experiencias y crear respuestas conjuntas a las amenazas.

Medidas en materia de seguridad química

La colaboración con Estados, organismos encargados de la aplicación de la ley y socios del sector químico nos ha permitido crear una matriz que recoge los riesgos planteados por las sustancias químicas que suscitan mayor preocupación, y esta constituye la base de un programa adaptado a las medidas en materia de seguridad química, con el que se pretende combatir las amenazas nacionales que entrañan los agentes no estatales.

La divulgación es esencial para reforzar la seguridad a lo largo del ciclo de vida de las sustancias químicas que más preocupan y de sus precursores.

Vídeo de formación sobre los puntos débiles en la cadena de suministro de sustancias químicas

Dada la complejidad de la cadena de suministro (desde la fabricación hasta la distribución y la venta al por menor), el riesgo de robo de sustancias químicas con fines delictivos es cada vez mayor.

Para tratar de neutralizarlo, hemos producido un vídeo de sensibilización sobre los posibles puntos débiles a lo largo de los distintos aspectos de la cadena de suministro. El vídeo también hace hincapié en que la cooperación interinstitucional es necesaria para intercambiar información y hallar la forma de reducir las vulnerabilidades.

El vídeo, titulado "The Watchmaker" (el relojero), se utilizará en un ciclo de talleres de INTERPOL destinados al desarrollo de capacidades y en otras actividades relacionadas con la lucha contra el terrorismo y la prevención de este delito.

Proyecto Crimp para las autoridades iraquíes

El proyecto Crimp se entregó a las autoridades iraquíes en 2018.
En la primera parte del curso se desarrolló la matriz sobre los riesgos que plantean productos químicos de interés particular para el país. Se dio también con ámbitos relativos a las buenas prácticas, la duplicación de esfuerzos y posibles puntos vulnerables, y se comenzó a establecer el equipo interinstitucional que supervisará las actividades futuras.

Durante la segunda parte se continuó con el establecimiento del grupo de trabajo para poner en práctica las medidas de seguridad y comenzar su ejecución.

En conjunto, el programa permitió a los delegados revisar sus capacidades en materia de seguridad química y estos pusieron de relieve buenas prácticas que se llevan a cabo en Irak y que se han compartido con países miembros de INTERPOL, junto con las medidas de seguridad existentes para ayudar a proteger a la población iraquí.

Concienciación

Un ámbito esencial de las actividades fue la concienciación. Se ha mejorado una serie de iniciativas, como las visitas a colegios, para incorporar información sobre seguridad química, y se ha recordado a los comerciantes cómo deben informar sobre actividades sospechosas a través de las líneas directas gubernamentales.

La Unidad QBRNE de Defensa Civil organizó una serie de jornadas interinstitucionales de simulación en las que mostraron sus habilidades para abordar casos de víctimas expuestas a productos químicos peligrosos, y para descontaminar la zona y permitir a la población una vuelta rápida a la normalidad.

Socios

El proyecto Crimp Iraq se ejecutó en asociación con la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Bagdad, y el apoyo de varias agencias y ministerios iraquíes: